Durante los próximos seis meses, Austria será la encargada de presidir las sesiones en todos los niveles del Consejo y de ayudar a definir las posiciones del Consejo, teniendo en cuenta los intereses de todos los Estados miembros.
Según su programa, entre las prioridades de la Presidencia austriaca se encuentra avanzar en materia de seguridad, control de fronteras y migraciones. Tratará, además, de convertirse en un intermediario neutral dado su posicionamiento en el corazón de Europa buscando construir puentes y fortalecer la Unión Europea, así como sus relaciones exteriores. Leer más…